Para poder elegir el mejor frontal de LED del mercado tenemos que tener presente una serie de características básicas de este tipo de dispositivos. Dependiendo del precio que queramos gastar en nuestra linterna recargable de LED, tendremos en mayor o menor consideración algunas de estas características. Eso si, existen unos mínimos exigibles para esta categoría de productos. Las características a tener en cuenta son:
Calidad de la luz e intensidad:
La luz es el factor determinante a la hora de seleccionar una linterna de LED u otra, como es lógico. La calidad de la luz se mide en la intensidad que es capaz de producir, así como en la distancia que es capaz de iluminar hacia delante. Dependiendo de la actividad que vayamos a realizar necesitaremos de modelos con mayor nivel de intensidad. Un claro ejemplo sería la diferencia de velocidad entre el senderismo y el ciclismo, necesitando una mayor intensidad para el ciclismo, al precisar de una mayor distancia de visión.
Modos de iluminación:
Los modos de iluminación hacen referencia a los distintos niveles de intesidad que puede tener un frontal LED. Habitualmente son necesarios 3 modos de iluminación, uno suave para cuando hay poca luz, uno de nivel medio para cuando la luz es muy escasa, y, uno de intensidad alta para la oscuridad total. Asimismo, es necesario disponer de un modo de intermitencia para emergencias.
Recargable:
La mayor parte de los frontales que podemos comprar en el mercado son recargables, no obstante, debemos asegurarnos de ello antes de adquirir uno. Los frontales recargables poseen una mayor vida útil. Además, es interesante adquirir un frontal con batería removible, para en caso de deterioro de la misma, poder cambiarla.
Agarre y sujección:
Uno de los factores que muchas veces pasamos por alto es la calidad de la sujección del frontal LED. Un buen frontal LED debe tener una banda elástica ergonómica de calidad que se ajuste perfectamente al tamaño de la cabeza, con un sistema de regulación y tensión. Asimismo, debemos valorar la opción de adquirir un frontal LED que pueda incorporarse en un casco, por si queremos hacer barranquismo o espeleología.
Peso:
Otro factor a considerar es el peso del frontal, ya que, aunque unos cientos de gramos puedan parecer insignificantes, el uso prolongado de un frontal LED demasiado pesado puede acarrear problemas en la espalda y el cuello. Un frontal no debe superar nunca los 300 gramos, siendo los más utilitarios de alrededor de 100 gramos de peso.
Rotación:
La rotación es la maniobravilidad que ofrece el frontal dentro de la banda, es decir, la apertura adicional que ofrece para alumbrar. Los frontales deben ofrecer una apertura de unos 45º como mínimo, pudiendo extenderse hasta los 90º. Esto proporcionará un mayor campo visual para el usuario que usa el frontal.
Sensor:
Ciertos modelos de frontales LED cuentan con tecnología de sensor, que activa la luz en caso de que algún objeto se disponga frente a nosotros. Estos sensores son interesantes para situaciones de escasa visibilidad, en los que no es necesario un alumbrado constante, como por ejemplo cuando realizamos senderismo con niebla.
Uso:
Dependiendo del uso que vayamos a dar al frontal, buscaremos un tipo de frontal u otro. Si queremos un frontal para actividades deportivas, es necesario un buen ajuste, en cambio, si buscamos un modelo para acampadas, puede ser necesario un mayor rango de intensidades regulables.